En una tarifa de energía indexada, el precio que el usuario paga incluye varias componentes, entre ellas el coste de la electricidad en el mercado mayorista y los peajes de acceso. Los peajes, vigentes desde Junio 2021, son tarifas reguladas que establece el Gobierno para cubrir los costes de transporte y distribución de la electricidad, y afectan a todos los contratos de energía, tanto indexados como de tarifa fija.
En el caso de una tarifa indexada, estos peajes también están sujetos a las variaciones horarias establecidas por el sistema de tarifas reguladas (como el PVPC, Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor). Esto significa que el coste total de la electricidad refleja no solo las fluctuaciones del mercado mayorista, sino también los cambios en los peajes según las franjas horarias.
La relación entre la tarifa indexada y los peajes es, por tanto, directa: los peajes son un componente que se aplica al precio final que paga el consumidor y, al ser también variables por horas, potencian la ventaja de consumir en horas más económicas y menos demandadas.